A veces, el tema puede ser muy interesante que le prestas mucha atención y algunos se animan para hacer preguntas o comentar,con el fin de generar un debate alturado e intercambiar ideas.
Pero, también vemos exposiciones que son producto de la improvisación o tal vez si hubo una preparación por parte del expositor o expositores, pero los nervios lo vencieron.Entonces, el público suele permanecer en silencio o hay otras personas que procuran desesperarlos más.
Deseo aclarar que el fin de este post no es el de destruir a una persona que comparte un conocimiento o tema con una colectividad. Solo quiero mostrar algunas técnicas que suelen usar algunas personas (a veces lo he hecho para tener nota de intervención oral) para que los que disertan puedan tener la preparación psicológica para enfrentarse a ese monstruo: El público.
Contaré una historia:
Javier es un estudiante universitario y en de sus cursos, el docente le asigna un tema de investigación que debe presentarlo en el formato de monografía, asimismo, deberá exponer su tema y será sometido a una ronda de preguntas.
El muchacho, busca sus fuentes de información, hace visitas,realiza contactos y elabora la monografía de acuerdo con las formalidades enseñadas por su docente.Cuando se cumple el plazo de entrega, Javer le presenta la monografía al docente y camina hacia la pizarra:Debe exponer.
En el podio,tiene una copia de la monografía y presenta el tema en power point.Aparentemente,hizo una buena exposición,porque no olvidó nada, pero...viene la ronda de preguntas.
Lo que no saben los compañeros de clase,es que Javier se memorizó el trabajo, aprendiendo números de artículos de normas legales y citas de autores.
Entonces, los demás hacen sus preguntas y contesta en forma aceptable, pero se da cuenta que puede caer en error,porque está confundiendo términos del trbajo escrito.
Y un chico que no participó levanta la mano y pregunta: ¿Podrías explicarme que es "x", peeeero...con tus propias palabras?
Javier se bloquea y titubea...aprendió de memoria,pero dejó de lado su capacidad de síntesis.
El docente, se da cuenta de la situación y calma a la audiencia.Pero formula una pregunta: Javier, tu trabajo es bueno,cumpliste con el formato y te vestiste apropiadamente, ahora te formuilaré una pregunta y se termina tu exposición: ¿Qué opinas sobre "x"?
Javier no emite palabra alguna, hasta que trata de contestar algo pero su suerte está echada. El docente lo invitó a que tome asiento: Se demostró que era memorista y por eso fue destruido con dos simples preguntas.
Asimismo, otra forma es: Haciendo preguntas ambiguas, eso genera dudas en el expositor, que empieza a valorar si se preparó mucho para su presentación.
Déjame que te cuente...
Créanme, yo las he hecho con el fin de tener puntos de intervención oral y el resultado fue similar.Hay otra que no falla: Cuando el expositor menciona sobre un tema y no lo amplía (Ejemplo: Procedimientos o casos que toman como referencias).Cito: Y para lograr eso, debemos recurrir a la iniciativa legislativa, si se consigue la modificación a la ley...
Entonces, la pregunta sería : ¿Puedes explicarme en qué consiste la iniciativa legislativa, puedes ampliar esta definición o cómo procede?
Si el expositor domina, lo explicaría sin problemas, tal vez lo omitió en forma involuntaria. Pero si es memorista: Punto para el público.
El expositor debe entender que hay gente con malas intenciones y buscan una mala performance en su disertación, o hay gente buena que solo desea comprobar su dominio de tema,por lo que deben prepararse para enfrentar al monstruo.
Siempre habrá alguien que haya una pregunta ambigua o destructora, pero el expositor debe estar listo para todo y debe tomar en cuenta estas técnicas que muestro para que todo salga bien.
En el próximo post: Cómo exponer y sobrevivir para contarlo.
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