viernes, 4 de enero de 2013

Lecciones del último año

En la publicación anterior, hice una narración sobre lo sucedido en el último día en que compartí un salón de clase con mis compañeros, amigos y profesores del colegio. Sin embargo, tengo otros recuerdos para compartir.
Cuando cursaba el quinto año, se me ocurrió documentar todo los recuerdos de mi último año en el colegio, por eso, cuento con un archivo de fotos, algunos videos en la web y una lista con frases memorables.
Yo me quedé con la impresión que el 2007 fue el año en el que tratamos de conocer un poco más a las personas que estaban  a nuestro alrededor, a ese grupo de chicos y chicas con quienes compartíamos un salón durante seis horas y cincuenta minutos. Además, fue la oportunidad de tener una relación más cercana con nuestros profesores; sobre todo, con nuestra tutora, la miss Juana y  el profesor Ronald, nuestro docente de matemáticas (quienes contrajeron matrimonio ese año). Fue un tiempo en el que nos dimos cuenta que todos teníamos cosas en común, pero el tiempo estaba en contra.
El colegio, es el lugar donde empezamos a tener nuestras primeras relaciones sociales, sentimentales-en algunos casos-, aprendemos de los demás, buscamos hallar algo en común entre las personas que consideramos diferentes, aprendemos a trabajar en equipo y podemos hallar a algún amigo que estará cerca de nosotros y siempre hay alguien que nos tiende una mano cuando tenemos alguna dificultad (me acuerdo cuando me explicaban los ejercicios de matemáticas). En la universidad, no suele ocurrir lo mismo, pese a que hallamos a personas con intereses parecidos a los nuestros, ahí empezamos a competir, ya que tratamos de ser los mejores en lo que nos gusta. Por ejemplo: En un aula donde estudio con veinticinco alumnos que pretenden ser abogados, hay una competencia para ser becado o como pasó en mis últimos ciclos, tratamos de tener las más altas calificaciones para tener un cupo para las prácticas pre-profesionales: La amistad ya no es la misma, pese a que hay una relación cordial, aquí prevalece el interés personal para lograr la excelencia profesional. Otro ejemplo de esto: Las preguntas malintencionadas para desbaratar nuestros proyectos de tesis, la consecuencia: Entrar en contradicciones y tener una calificación baja o desaprobar.
Volviendo al año 2007, cuando todo terminó, me di cuenta que habían conductas y actitudes que debía cambiar, era el momento para coexistir y aprender de las diferencias existentes con otras personas, eso iba ser útil a partir del mes de abril del año siguiente, porque que iba a conocer a personas con costumbres diferentes, de todo estrato social y con ideologías que tal vez no compartía. Un nuevo reto estaba por empezar.