30 de noviembre del 2007, tenía 16 años edad (a punto de cumplir 17) y concluía la etapa escolar ,había estudiado 14 años :empezando en Piura y finalizando en Lima.
Fue una fecha que me parecía algo lejana, hasta que el día 29 me di cuenta que ese período estaba por terminar.
Un día como hoy, hace cinco años, fue una jornada con sentimientos encontrados. Recuerdo que tuvimos exámenes y las clases iban a concluir a mediodía, después, tendríamos nuestro intercambio de regalos, era el momento para compartir algunos comestibles y despedirnos.
Cada uno de los muchachos, tuvo que dar un mensaje de despedida y pude tomar fotos, pero cuando llegó el momento, solo dije: Es usual que yo hable, he escuchado cada uno de sus mensajes, pero en este momento, y aunque no lo crean, no tengo palabras para decir. Me senté en el suelo, mientras escuchaba algunos cuchicheos, debo comprender que no esperaban eso.
Cuando concluyeron los mensajes, nos tomamos las últimas fotos grupales y esperamos a recibir la orden para salir, algunos compañeros de la promoción tenían témperas y al salir del colegio, empezó la batalla campal en San Gabino. Empezaron a perseguir a algunos muchachos para ensuciarlos, recuerdo que a un chico le rompieron el pantalón, a otros los desvestían y los lanzaban a la pila de agua que estaba en los jardines de San Gabino.
Nosotros, los del VºI, solo jugamos con témperas y seguíamos tomándoos fotos y después, solo fuimos testigos del desenfreno que ocurrió aquella tarde, nostálgica, pero graciosa.
En ese tiempo, todos teníamos la intención de no perder el contacto, de vernos frecuentemente (ya que fuimos vecinos) y ser como una familia grande.
Cinco años después:
Algunas compañeras regresaron a sus países de procedencia, yo me mudé a Piura, algunos trabajan, otros son padres de familia, algunos estudian o están a punto de concluir sus estudios universitarios, otros más optaron por la vida militar y otros se alejaron. Así es la vida, pero nadie nos quita que compartimos malos y buenos momentos juntos, fuimos un grupo con muchas diferencias, pero procurábamos mantener la unidad en los momentos en que era necesario, pero tratemos de no perder el contacto, si nos encontramos en la calle, saludémonos, tratemos de reunirnos con frecuencia, compartamos nuestros logros con los demás o por lo menos, demos señales de vida, estemos en Lima, en el interior del país o en el extranjero. Y si alguno de nosotros tiene una situación complicada, puede contar su problema y tratemos de apoyarlo. No olvidemos que cinco años (y con algunos, más) no pasaron en vano.
Un día como hoy, en el 2007, no pude despedirme formalmente de mis compañeros, así que mi mensaje que debía decir es el siguiente: Quiero darles las gracias por enseñarme a ser tolerante, aprendí mucho de cada una de las personas que conocí en ese salón, debo admitir que en algunas veces me he comportado de forma soberbia y prepotente y después de cinco años, me doy cuenta que eso fue producto de mi inmadurez. No he podido hallar a un grupo humano tan especial, tan particular como este y es por eso que mantengo gratos recuerdos del VºI del 2007.
