domingo, 10 de agosto de 2014

Mirar más allá de tu lugar


Es habitual que conozcamos a personas que han permanecido en su ciudad toda una vida y cuando le preguntamos: ¿Por qué no te mudas? o ¿has pensado en realizar algún viaje? y la respuesta que recibimos es negativa. Las razones son: El dinero, el temor, o ¿para qué me voy a mudar si soy feliz aquí?, esas suelen ser las respuestas habituales.

Pero yo me pregunto: ¿No se aburrirían de estar viviendo en el mismo lugar durante tantos años.

En mi caso, no podría, ya que me acostumbre a ir de un lugar a otro: La primera mudanza que realizó mi familia fue cuando yo tenía 2 años y llegamos a Piura, una ciudad diferente a la de hoy, era 1993 y los piuranos no pensaban que en unos años llegaría el Fenómeno de El Niño que causaría tantos daños en su región. Al final de cuentas, a partir de ese momento empezaron los traslados en Lima y Piura debido a la naturaleza del trabajo de mi papá y muchas personas que tienen a un policía, militar, médico o docente en la familia lo saben, tienen que ir al lugar donde se le envía.

Para algunos, les sería chocante tener que vivir por tiempo limitado en un lugar, para mi es algo habitual, será por eso que aprendí a no aferrarme a los lugares, mi última mudanza a Piura llegó en un momento preciso: Quería salir de la ciudad y ahora, ocurre lo mismo con el retorno: Mi ciclo en Piura se cumplió y quiero volver.



Lo bueno de las mudanzas es que como si fuera un largo viaje donde vas a aprender mucho y conocer a mucha gente, esta permanencia en Piura me ha ayudado mucho porque recordé el lugar donde viví y me enseñó a conocer otras realidades. También, podría ayudarme si algún día se presenta la oportunidad de salir del país (mmmm postgrados o traslados en el trabajo o si logro incursionar en la vida diplomática), no tendría problema en hacerlo.

Una persona de mi entorno (mi tía, para ser preciso) me dijo una vez que mire más allá del lugar donde vivo y que salga, conozca nuevos sitios y eso es lo que deseo hacer algún día: seguir viajando, conocer a nuevas personas, tener nuevas experiencias, aprender y enriquecer mi conocimiento sobre el mundo. Precisamente, hace unas semanas conocí a dos personas que están haciendo eso, han llegado a la remota Piura desde el otro lado del charco, para ser exacto desde la Madre Patria para hacer voluntariado y conocer un poco sobre la realidad de esta ciudad peruana.
Otro caso que yo recuerdo es el de tres amigas del colegio, dos de nacionalidad ecuatoriana y una de nacionalidad colombiana, quienes tuvieron la oportunidad de conocer otro país durante un año.

Entonces, si a alguien se le presenta la oportunidad de salir del lugar donde vive, hágalo, no se arrepentirá y ganará mucha experiencia, abrirá su mente y conocerá a nuevas personas.

Y concluyo esta publicación con una frase que modifiqué: Lo bailado, comido y viajado nadie te lo quita.

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